miércoles, 22 de julio de 2009

Mi temperamento y carácter moldeados por Dios.


Antes de comenzar quiero dejar muy en claro que no soy Psicóloga ni nada similar. Simplemente quiero abordar el tema porque creo que es aparte de interesante, muy importante y fundamental para tener una vida espiritual saludable.

Es muy agradable cuando te reencuentras con amigos o conocidos que no veías desde hace mucho tiempo. Uno de los mejores halagos que puedes recibir es que noten que has cambiado mucho, pero para bien. Yo lo he experimentado y se siente muy lindo.

Pero bueno, hay personas que talvez me dirán que es imposible que alguien cambie drásticamente. Yo sé que si se puede y hasta a llegar a extremos.Se dice que el carácter se va formando a través de varios factores como la familia y la sociedad.

El temperamento tiene factores hereditarios, congénitos y del ambiente. Se dice también que es la base biológica del carácter. Hay diferentes tipos de temperamentos como el sanguíneo, melancólico, colérico y flemático. Y en su caso, hay personas que poseen temperamentos mixtos.

Bueno de aquí también podemos partir a describir diferentes tipos de personalidades pero no lo haré. Lo que quiero decir es lo siguiente: muchas veces nuestra forma de ser evita que la gente se acerque a Dios, es decir, alejamos almas. O talvez somos tan sensibles que terminamos siendo lastimados por las de mas personas.

Yo me considero un tanto complicada. Así como puedo ser sumamente amable también soy explosiva lo cual asusta a muchas personas. Y bueno puedo describir mil puntos buenos y malos de mi pero creo que de eso no se trata. Lo que yo te puedo asegurar es que muy a pesar de eso Dios tiene poder para moldear lo que soy. Aun puede cambiar lo que muchos dicen imposible porque es hereditario o simplemente porque son cosas adquiridas en mi niñez. Jesús tuvo poder para cambiar y usar Pablo quien se dice, tenia carácter difícil. Él uso personas con carácter noble como Jonathan y José el padre de Jesús para cumplir su palabra.

Seria muy maravilloso que dejaras que Dios cambiara lo que eres. Que te ayude a ver cuales son las cosas que te están afectando para tener una vida agradable ante Él y más que nada para que sea usado para sus propósitos. Mi anhelo más grande es que Él me moldee a lo que Él quiere que yo sea, no a lo que estoy acostumbrada a ser.

Que en nuestras oraciones, el diario clamor sea un “¡CAMBIAME SEÑOR!

Dios te bendice

Miri